Astor Piazzolla es uno de los músicos más influyentes de la música argentina. Exponente del revolucionario – y a veces polémico – “tango de vanguardia”, llevó su bandoneón y sus canciones a todas partes del mundo a la vez que ilustrabalos matices de la cultura musical rioplatense. Y aunque, probablemente, esas ya sean razones suficientes para justificarpor qué este fin de semana el Teatro Argentino retomará sus actividades tras el parate por la pandemia homenajeándolo, aún existe una más.Y es que a Piazzolla hay algo que lo une, al menos espiritualmente, con la ciudad de La Plata y con el Teatro Argentino.
En 1940 llegó a Argentina el célebre pianista Arthur Rubinstein. Se hospedó en el Palacio ÁlzagaUnzué, en Buenos Aires, cerca de donde vivía Piazzolla, quien por entonces tenía 20 años y sin perder tiempo se apresuró para conocerlo. Tras intercambiar algunas palabras, el polaco le preguntó si deseaba estudiar música seriamente. Así, tras la respuesta afirmativa de Astor, y gracias a la gestión de Juan José Castro, un director de orquesta, fue que Rubinstein llevó al joven bandoneonista hasta Alberto Ginastera, otro compositor consagrado de Argentina. Para ambos fue una novedad. Ginastera fue el primer profesor de Piazzolla. Piazzolla fue el primer alumno de Ginastera.
Al respecto, no pocos historiadores resaltan la importancia que tuvo la formación clásica en el desarrollo de estilo tan particular de Piazzolla. De vuelta al 2021, el año del centenario del nacimiento del marplatense, los caminos de ambos músicos se volverán a cruzar en el escenario que tiene como sala más importante el nombre de Alberto Ginastera, quien a su vez tiene su historia particular con la ciudad (https://puntocomlp.com/el-genio-de-la-musica-que-dejo-su-legado-tangible-en-la-plata/).
Este fin de semana, tanto el sábado como el domingo y a partir de las 18, el Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino “pondrá primera” con un doble concierto homenaje que ejecutará su orquesta estable en la plaza seca del predio (9 esquina 51), con entrada gratuita aunque limitada y a reservar por el cumplimiento del aforo. En primer lugar, se escucharán “Las cuatro estaciones”, del italiano Antonio Vivaldi, que contará con la dirección de Nicolás Favero (quien a su vez será el violinista principal). Posteriormente, será el turno de “Las cuatro estaciones porteñas”, una composición de Piazzolla inspirada en la idea del propio Vivaldi, y que será interpretada al bandoneón por Walther Castro y al piano por Esteban Rajmilchuk.