El 17 de Octubre de 1945 marcó un hito de la historia política argentina que hoy sigue siendo materia de estudio, análisis y discusión. Han pasado 71 años y quedan ya pocos protagonistas vivos y los relatos sobre lo acontecido esa jornada en la ciudad de Buenos Aires están teñidos de las interpretaciones, reescrituras y testimonios posteriores.

El proceso histórico que alumbró aquella fecha fue, por cierto, lo suficientemente fuerte como para marcar en profundidad la propia reconstrucción de los hechos, considerados una matriz de la identidad política naciente al calor del liderazgo de Juan Domingo Perón.

La participación e influencia de Evita en los sucesos del 17 de Octubre, a más de un año de aquel momento, es parte de la controversia histórica. Para Cipriano Reyes, Eva no cumplió papel trascendente.
«Recién la conocí cuando Perón me convocó para formar el partido Laborista»,
Pero, como señaló la historiadora Marysa Navarro, sin embargo, el sindicalista no dudó respecto de la influencia y el impacto causado en el movimiento obrero por Perón, Mercante y otros oficiales del Ejército.
En tanto, el metalúrgico Angel Perelman (primer secretario general de la UOM) afirmará en sus memorias que Eva Perón estaba «en un auto recorriendo los barrios y difundiendo la orden de un paro general».

Otras versiones la ubican en horas de la mañana del 17, acompañada de su hermano Juan Duarte, intentando visitar infructuosamente a Perón en el Hospital Militar y luego retirándose a casas amigas (entre ellas, la de la actríz Pierina Dealesi) a aguardar el fin del acto en la Plaza de Mayo.

A medida que el protagonismo político de Eva Perón crecía, los historiadores peronistas y no peronistas le otorgaron mayor relevancia a su papel en la movilización obrera del 17 de Octubre.
Sin embargo, Eva estuvo esos días clave en Junín, con su familia. Y, ya en la Capital, escuchó el discurso de Perón recién liberado, por la radio, en el departamento que ambos compartían en la calle Posadas.